viernes, 30 de noviembre de 2007

De los cuentos...

El tiempo se pasa. Hace unos días (y sin saber por qué) mamá y yo nos pusimos a hablar de los libros que leíamos cuando yo era una pequeña. ¿Y por qué la bruja mandó matar a la princesa? ¿Qué culpa tiene la bella? ¿Y el principe cómo llegó con la princesa? Mamá estaba sorprendida de que recordará los libros, el azul con la Bella durmiente, ese libro que cambie por poesía cuando tuve 10 pesos para comprarme textos de Sabines; se le aguadaron los ojos porque es una cursi.
De pequeña me gustaba leer historias con finales felices, nada podía ser feo. Hoy termino como quien dice el sistema escolarizado de la Universidad, en poco tiempo estaré recibiendo mi título y volando hacía un destino incierto, lejos de casa, de los cuentos, de los libros azules que se perdieron cuando nos mudamos de casa y estoy pensando si es buena idea: tengo miedo porque el tiempo pasa, porque ya deje de leer cuentos felices, porque ahora leo y escribo para los diarios y me pregunto ¿Qué culpa tenemos nosotros de que el tiempo pase y nos hagamos mierda?

Secretitos número...

A veces pienso que nada vale pena. Y cuando digo nada, es NADA.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Tenemos el record del mundo en querernos

lunes, 12 de noviembre de 2007

Día del cartero

Me gusta cuando llega en bicicleta sonriente y dice mi nombre y me estira la mano con el sobre. Yo busco monedas en las bolsas y le doy un par para el "chesco". Entonces, nada para el corazón hasta saber si son buenas o malas.
Soy afortunada me llegan cartas... a ratos, pero me llegan.

sábado, 10 de noviembre de 2007

Yo pienso que...

Si algo deberían enseñar en las escuelas es a amar, no a tener sexo. La gente sabe tener sexo, no sabe amar.
Me incluyo.

martes, 6 de noviembre de 2007

Cloto


Siempre he tenido la impresión de que… de nada. Estaba mirando El País (ya con acento) y estaba Camille Claudel, no sabía, quizá en el fondo prefiero no indagar mucho más de lo “necesario” de un artista para no encontrarle defectos o manías, de no arraigarme, pero el destino es el destino y si esto tiene verdad pues me ha puesto más cerquita de la escultora. Ella estaba LOCA, internada en un manicomnio por 30 años, con crisis nerviosas. La vida da miedo con estas cosas.

Viví engañada, pensaba que era sólo un mito.