lunes, 28 de enero de 2008

Carta 7

Hoy pienso que me miran y yo me siento. Que ellos sacuden la bolsa y la ponen sobre mi cabeza, que me quieren matar con esa forma suya de entender una vida, una cultura. No sé, eso pienso.
Y yo, mientras tanto, siento que te quiero y también que te amo y que no entro en su mundo, porque el mío no tiene sexo.
Por favor, que no me discriminen.

domingo, 27 de enero de 2008

Carta 6

Hay ocaciones cuando la piel se me enrrosca, cuando tengo un segundo de locura y pienso en mi vida sin ti, contigo y hay diferencia, y en ambas gano y pierdo.

Pero aún siento amor por ti.

jueves, 24 de enero de 2008

Carta 5

Siento un dolor, no es el corazón porque no duele...

¿Será el hipotalamo?

No sé, me duele. Y te pienso.

miércoles, 23 de enero de 2008

A un año de la muerte

Por: Rosa María Espinosa Reyes

Hace un año como a las 7:43 de la mañana bajaba las escaleras blancas de la casa, sólo escuche "El periodista polaco Ryszard Kapuscinski murió" y sentí esa sensación que da la muerte, una muerte cercana. Ese día acababa de levantarme sobresaltada, con un pesar que no entendí hasta las 7:44. Pensé, no sé por qué, en su aroma, quizá olía a manzanas y ahora encerrado en una caja para siempre, olería a ricas manzanas podridas.

Busqué la noticia en Internet, aquí sólo se dijo eso, sólo eso por la televisión. Luego los periódicos y las revistas. Caminando o en el metro miraba su cara en grande o pequeño con cabezas que le cantaban adiós. Lloré, claro que lloré, como si se hubiera muerto mi sangre. Su último libro Viajes con Herodoto resumía no sólo su viaje con Historia, sino su vida haciendo su propia historia.

Él causa un efecto que ya pocos logran. Es como si la agrasevidad, la maldad, la extrema pobreza y desigualdad que crea el hombre fuera bella con sus palabras, fuera bella y golpeara. Ahora mismo recuerdo en El Sha, aquel final con quien vende alfombras, con quien pone en tu casa un bello jardín de exquisitas flores en un país que cae. Me provoca, y estoy segura que a muchos, la sensación de ternura. Ethel Krauze decía: "lograr que lo feo suene bello es poesía", y él hacía poesía del periodismo.

Lo conocí encuadernado por casualidad, porque me lo regalaron, porque en ese entonces ni pronunciar correctamente su nombre podía. Me fui acostumbrando a su estilo, me volví exigente porque en eso te convierte cuando lo deshaces en los labios y lo metes en tu mente. Te convierte en un ser humano exigente, te mueve el corazón y buscas comprometerte con el Otro, contigo, con él.

No tuve el enorme placer de mirarme en sus pupilas y confirmar lo que decían: "Te trataba como si después de hablar con él, al doblar en la esquina fueras a caer muerto".
No contarle las arrugas es una de las grandes decepciones de mi vida. Por lo demás él ha sido una de las mayores fortunas de muchas.

Carta 4

Sin falta y con dolor te escribo hoy.
Me pregunto si es cierto, ¿será cierto que el amor duele? O en realidad será que dos personas distantes con el amor pretenden unirse y a veces, sólo en ocasiones, el amor no alcanza. Bien, pues hoy esa pregunta tiene un motivo. De nuevo me siento como la persona que corta la cuerda para que el prisionero termine ahorcado. Así me siento y a su vez sólo pienso que busco un camino largo, una vida larga compartida y como tal busco puntos clave donde poner la sortija.


Es lo que hay, pero con amor, por supuesto.

martes, 22 de enero de 2008

Carta 3

Ayer descubrí que Te amo a la 1 de la mañana, cuando la pesadilla me despierta y te convierte en el único pensamiento claro que me calma. Te amo a las 7 de la mañana cuando tu palabras me llegan como en paloma mensajera y sonrío y me acuesto y te pienso y me duermo. Te amo a las 9 y media cuando me levanto y te miro pegada a la pared y te beso desde lejos. Te amo a las 11 cuando me meto a la ducha y te siento en el agua, y te pido en el agua. Te amo a las 3 cuando te leo y a las 6 cuando te escucho decir que me amas y tu voz tiembla y sabe a dulce. Te amo a las 7 de la noche cuando hacemos el amor y a las 8 cuando te duermes y a las 9 cuando me duermo...


Te amo por partes, claro.

lunes, 21 de enero de 2008

Carta 2

Los días sin ti no me gustaron. Son fríos y no puedo dormir, y el silencio se hace más profundo, y las pesadillas siempre están. Los días sin ti eran secos, no había lluvia para mis pechos que aman tu boca, que necesitan tu lengua y esa forma tuya de amar. Los días sin ti yo no pensaba en nada más que en tu voz cuando suena cerquita de mi oído. Los días sin ti yo buscaba tu espalda blanca en una almohada; pensé en tu cabeza, en tu cara, en tus pies; pensaba en las veces que yo te dije que te amaba y en las veces en que tú me dijiste que me amabas. Incluso pensé en la oveja en los días sin ti...


Y ¿Sabes?
Quiero, sólo contigo, una oveja para pastear. Porque te amo, de verdad.

domingo, 20 de enero de 2008

Carta 1

Ésta es la primera de muchas cartas que espero escribir. Con amor, por supuesto.
Anoche me quede mirando la oscuridad y su silencio. No me pareció, como otras ocasiones, terrible. Al contrario, creo que llegamos, él y yo, a la deducción de que somos los mismos: de que él soy yo y yo soy él con sexo y pechos femeninos. Así, pensé en el mundo en silencio, sin ruido, sin el sonar del agua o el viento sobre mi cara. Pensé en todo callado, en comer los bullicios de la ciudad y cambiarlos por la tranquilidad de un bosque o una selva o un desierto.
Sí, eso quiero. Si hubiera silencio la canción que yo cantará no tendría motivo, si alguien me preguntara: ¿Por qué cantas? Yo le respondería: Canto porque tengo una canción.

miércoles, 16 de enero de 2008

Lamentando

Comenzamos con mucha ilusión, que el mundo se come y nosotros ibamos a comer y a compartir. Las cosas sencillas nos alcanzaban, los correos, el fotolog incluso la hacía de mensajero cuando yo trabajaba y no podía instalarlo, pensamos en nombres de ovejas para mi futura mascota y como iríamos a pastear. Los paseos en la playa, la comida, quien cocinaría en la casa de ambas, si a mi madre le gustaría lo español de ella. Que sus padres me aceptaron, que su cuñado fuera amable conmigo.
El viaje a Alemanía sería con ella aunque le tuviera miedo a las guerras. Vendría conmigo de regreso a mi patria.

Ahora pasamos a sentarnos solas, a distancia, a llorar y sufrir, culpamos, nos culpamos y defendemos... Yo me siento y me culpo, incluso he dejado de hacer y comentar cosas ya, y cuando se me salen hay silencio, mucho silencio y duele.



Me duele...
¿A dónde se fue todo?

lunes, 14 de enero de 2008

Manos que crean

Auguste Rodín hizo La Capilla en algún año de está "nueva" era y cuando vi esta fotografía, que saque de EL PAÍS, la recorde. La Capilla simboliza a dos personas por medio de dos manos derechas que forman una especie de cueva. Las dos manos derechas además de ser dos personas, significan la perfección ya que Dios hizo el universo con su mano derecha. Y la Capilla es porque una capilla es un templo de amor, sus cimientos son grandes y dificilmente alguien o algo la derrumbaría. La Capilla es el amor de dos personas, el amor que se crea con la mano de Dios, que busca la perfección; un amor que tiene cimientos fuertes, que sirve de hogar a los desprotegidos, incluso a quienen podrían vivir en el templo en algún momento de su vida.
A veces yo me pregunto si el amor es para siempre. Alguna ocasión alguien me dijo que nada es para siempre. ¿Será?
P.D. Y ahora esa misma persona me quiere convencer que sí es para siempre. Yo sé. Lo sé.

Traviesa




Yo andaba buscando la muerte cuando me encontré contigo. De ahí tengo el corazón en dos mitades partido. La una le teme a la muerte, a la otra le espanta el olvido.
Andrés Henestrosa