sábado, 27 de diciembre de 2008

Abrazos

Hay personas, una clase de ellas, que pueden decir las palabras correctas en el momento preciso, sobre todo cuando se trata de reconfortar a los demás. Y habemos otras que nunca lo lograremos, a nosotros sólo nos queda dar un abrazo muy fuerte para que sean los corazones quienes hablen y curen.

domingo, 21 de diciembre de 2008

NO a la herencia

Hay malas manías, mañas o pensamientos que no deberíamos heredar de los padres. Sí, con todo y que suena duro y recio, es la verdad. Alguna vez un profesor me decía que las personas nacidas después de la última "revolución mundial" (el 68 porque, según él, fue la última vez donde todos y todo se sintonizó) son personas pasivas, que sobreviven a la infelicidad, a la desdicha, al neocapitalismo, no se preocupan, no cuestionan; una gran porción de la gente que conozco nacida por esos años es así, claro, no puedo generalizar, pero hay cierta razón en ello o ¿no?

lunes, 15 de diciembre de 2008

"Valiente"
es una palabra que simplifica la existencia de quienes viven encantados,
de los ilusos desesperanzados.

viernes, 12 de diciembre de 2008

¿Por qué me gusta el rock?

Porque me gusta imaginar la música, como ese día en el metro atascado y entre tanta gente yo venía imaginando aquella "Luna sin miel" de La Fuga: las guitarras, la batería, los aplausos, la voz... la voz. Y es que no hay nada como el rock para dejar la vida y abrir el corazón. En mi caso, las mejores y peores versiones de mí misma siempre tienen de banda sonora alguna buena canción con guitarra eléctrica y la voz roca de algún tipo mal-encarado. Me gusta el rock porque más que música es un espacio donde no tienes que esconder las verdaderas razones, porque no hay cabida a las caretas, porque siempre hay espacio para rasguñar y salir rasguñado, porque los rockeros tienen una sensibilidad distinta al resto de la gente, porque quienes hacen y gustan del rock aman y odian con todo el corazón, nunca a medias y nunca se cansan, porque viven para hacer poemas musicales.

Amor, rebeldía, libertad y sangre

Algún dia tendré fuerzas para hablarte sobre mi.
Algún día podrás mirarme y saber el porqué de tanta tristeza, el porqué de tanta felicidad.
Algún día te diré todo lo que me haces sentir, todo lo que no he podido sentir...
Algún día te miraré a los ojos y tú me mirarás a mi, sin armaduras, sin absurdas caretas.
Algún día querré ser yo, y querré que tú estés a mi lado para ayudarme.
Algún día soñaré mi vida, algún día viviré mi sueño.
Algún día necesitaré que me abraces, algún día necesitaré abrazarte.
Algún día cuando nada tenga sentido, te miraré y todo tendrá sentido.
Algún día cuando todo tenga sentido, desearé que nada lo tenga...
Algún día lloraré por ser como soy contigo, algún día lloraré por ser como soy conmigo.
Algún día sabrás todo lo que no te cuento, algún día lloraré todo lo que yo siento.
Algún día perderé el miedo a mi propia vida, algún día simplemente, ganaré.
Algún día podré reír sin tristeza, llorar con alegría, o simplemente reir, o simplemente llorar...
Algún día todo será como he deseado, como he pensado, como he imaginado.
Algún día puede que nunca llegue, algún día puede que haya llegado ya.
Algún día puede que haya pasado.
Algún día siempre estará por llegar...

lunes, 1 de diciembre de 2008

Chat con Juan Villoro

Ahora mismo El País tiene un chat desde la Feria Internacional de Libro en Guadalajara, México con el escritor Juan Villoro. La cosa funciona más o menos así: Escribes tu pregunta, tu nombre o nick y la envías, en un rango de cinco a diez minutos él contesta (en caso de haber muchas preguntas esperando). Aquí lo que me ha contestado porque me gusto, sobre todo el final.


R. M. E. R.: Acabo de leer, aquí en El País, el análisis "Aquí viene todo el mundo" sobre la FIL en Guadalajara, y pinta a la cultura, en este caso a los libros, como un respiro a la crisis. ¿Usted cuál cree que sea un respiro a la crisis social, económica y política de hoy en día?

Juan Villoro: Hace unos diez años participè en Cali, Colombia, en un congreso organizado por el escritor Fernando Cruz Kronfly, a quien le habìan secuestrado un hijo. En ese terrible momento de la violencia, decidiò que las discusiones giraran en torno al "principio esperanza", postulado por el filòsofo Ernst Bloch. Fue extraordinario ver còmo, en medio del desasosiego, la cultura podìa servir para rediselar el futuro. No podemos renunciar a eso. Todos los dìas amanecemos en Mèxico con el marcador rojo de los asesinados. La literatura debe dar cuenta de ese horror, pero tambièn trascenderlo y mostrar lo que no es horror.