Que bonito. 6 de la mañana, no me da tiempo para ir a la universidad, mi padre y yo regresamos a casa decepcionados, me desvisto y me meto de nuevo en la cama. 9 de la mañana me levantó otra vez. Que bonito se sientre levantarse dos veces el mismo día. 11 de la mañana salgo a casa, las mantas rosas llenan la calle, sí, es martes día de tianguis, de la gente comiendo en los pasillos de la calle, del olor a garnachas, pescado, pollo, carnes rojas, del olor a epazote rascando las narices; es martes y se venden plantas y discos piratas; es martes y la ropa de tienda cara se baja en su precio; es martes y como hace muchos martes y después de una larga ausencia pasó por la que vende libros usados, robados o piratas. Es un placer. Saludo y miró, ORHAN PÁMUK salta entre la poesía, los libros de preescolar, Revueltas, García Márquez. ¿Qué vale?. Para qué te haces sí ves el precio, me digo, calló, responde en bajito. 60 pesos pero tiene un descuento, te lo dejó en 50 pesos (5 dólares cuando en la librería de renombre lo encuentro en 200 pesos) Sacó el billete arrugado, la mitad de mi día se ha ido con Pámuk. Me mira, Hace mucho tiempo que no te veía, te desapareciste. Mi cara es de asombro, me recuerda. Le explicó que estudio la universidad y que trabajo 9 horas, no le digo para qué, ni doy más detalles. Es morena, los dientes amarillos me sonrien y su cara me da ternura, dice algo como: Estudia, estudia, el estudio es muy importante, lo más importante. Sí. Pasaré más seguido. Sí, se te extraña, eres de las que siempre escoge lo mejor. Sonrío, soy feliz. PIENSA en mí, PIENSA-ME.
Existimos porque alguien piensa en nosotros, no al revés.
en nastalgique je vagabandaispar l'infini. C. de G.a Enrique Molina
La mano de la enamorada del viento acaricia la cara del ausente. La alucinada con su «maleta de piel de pájaro» huye de sí misma con un cuchillo en la memoria. La que fue devorada por el espejoentra en un cofre de cenizas y apacigua a las bestias del olvido.