jueves, 21 de enero de 2010

Sueño blanco

Mi corazón pasó de todo. Yo lo viví detrás de un cristal, donde ese todo me dolía pero no podía dañarme más. Estaba sin nada, sin sentido común, sin malas manías, sin buenas acciones, sin el deseo de cambiar el mundo. Yo alejé lo que más amaba, todo en lo que creí de ti y de mí. Tú te convenciste de cada mentira que soltaba con la rabia. Me dejaste hueca. Cuando volví ya no había nada, sólo la televisión encendida y tu cara lejos de la mía… sssshhhh sssshhh la pantalla se motea, se pone gris. No queda nada. Es un sueño. No te conozco. Tú no me conoces a mí… sshhh sshhh sshhh hay silencio. Despierto. Mi corazón sigue aquí.

miércoles, 6 de enero de 2010

Exteriorizar

Estoy a pocos días de regresar a México, durante un mes mi vida se cuaerteó, se pegó, se acomodó de nuevo. He pasado las mejores y las peores sensaciones de mi vida: la compañía, la amistad, el amor, la soledad, la ansiedad, la tristeza, la nostalgia, la decepción.
No quiero regresar, pero me da miedo quedarme en estas circunstancias. Necesito vivir algo nuevo y no sé cómo trazarlo. Algo pasa, algo. Me he estrellado contra la pared y estoy mareada, me quiero bajar. Quiero que me abrace.
España es muy seria, muy directa, muy distinta. México es precioso, es mi tierra, es mi familia y amigos. España es un estilo distinto y es el amor que no es pero al que yo me aferro.
Ha sido un viaje distinto. Visitas a lugares no deseables, personas lejanas que tienes cerca pero sigues estando fuera de tu alcance. Vida. Muerte. Angustia. Tranquilidad. Sonrisas. Copos de nieve. Lluvia. Viento.
Ahora mi Ipod se quedo pasmado y lleva tres días sin funcionar. Mis fotos, mi trabajo de todo un año, todo está ahí. Me siento nuevamente angustiada...

lunes, 4 de enero de 2010

Good bye


Quiero despedir este amor así, de noche y lejos de ti. Cerrar los ojos y llorar en silencio, no hablar más pero estar pendiente de ti. Sabes que me tienes hasta morir, que estoy contigo, pero necesito irme. No quiero, de verdad que no. En mi cabeza te tejo, me ha dolido tu indiferencia. Quería mirarte de frente, hablarte despacio, sonrojarme ante ti. No quisiste y ¿qué puedo hacer yo? Comen los sueños mis huesos, como gusanos, me dejan débil y sin ganas. Tú me pones la correa y tiras, me subes al automóvil y me dejas por la carretera. Me abandonas y yo te sigo, olisqueo las calles y llegó por la huerta a tu casa; pero no me abres. ¿No me quieres? ¿No quieres intentarlo? No me amarres fuera, lleva mi cuerpo dentro. Si me dices que sí yo me quedo contigo por siempre, por siempre. Te callas y sufro, el corazón se me abre de golpe, se retuerce y yo decido: no voy a mendigar más tu amor.