jueves, 5 de enero de 2012

Confesiones a distancia

Carta a Karina / 5 de enero de 2011

Al regreso de mi viaje Paraguay-Chile, leí tu carta y tu diario. Me sorprendió leerte tan clara, me costó un poco entender algunas cosas, pero hoy te digo que todo me parece más visible y admirable. El 1ro. de enero July y yo peleamos, en un intento por solucionarlo ella me empezó a decir que a veces lo que tenemos son una serie de carencias desde pequeños que vamos llenando, son momentos que nos marcaron y que decidimos guardar, pero que eso me estaba causando daño... me pidió que le contara, que confiara en ella y yo lloré, casi sin respirar le dije que no podía. Ella pensó que no podía confiar, pero lo que no podía era decir esas cosas que de pequeña me habían marcado. Se fue y yo lloré como nunca en la vida.
En la noche le hablé por teléfono y después de muchos intentos me contestó. Hablamos más calmadas pero el lunes por la mañana fui a su casa a dejarle algunas cosas que le pertenecían y discutimos y hablamos y discutimos y le dije un poco de lo que me atormentaba. Ella el 1ro. dijo que a lo mejor era bueno darnos un tiempo, lo tomé mal pero le dije ok. El lunes que fui, yo se lo dije. Sabemos que nos amamos pero que no podemos pelear y pelear. Nos dimos tiempo pasa pensar en soluciones.
Le dije que habláramos hasta el miércoles pero ella me dijo que en una semana, es decir, el domingo o el lunes. Al llegar a la oficina, más tranquila pero con una ausencia interna terrible, me conecté a Hotmail y vi el mail de una amiga que me recomendaba (a petición mía) un libro para entenderme mejor, para dejar atrás lo que sea que fuera que no me dejaba ser feliz... me recomendó un libro de psicología que habla de las sombras, algo similar a lo que me decía July.
Conforme lo leo me doy cuenta que todo aquello que le juzgo es porque me choca, porque yo lo tengo. Que tengo miedo de perderla porque sé que soy capaz y mi ego orgulloso lo permite. Sin embargo, mi sombra, esas cosas que con el paso del tiempo oculté para que no me lastimaran ni lastimar a nadie, ahora lo estaban haciendo. Y debo enfrentarlo.
El lunes voy a terapia con un psicólogo que me recomendó mi amiga.
Entonces he entendido tu diario, tu situación, y comienzo a tener claro que tengo cosas dentro que debo sacar y admitir, vivir con ellas. Admitir las carencias y ser fuerte para superarlas.
Ahora quisiera contarle todo eso a ella. La extraño y no quiero que se vaya. Tengo miedo de haberla perdido porque nunca fui tan feliz como hasta entonces. Y lo que es mejor, nunca nadie había sido capaz de motivar tanto mi sombra como ella, toda esa energía sale porque tengo miedo de que un día no esté.
Todo esa energía sale porque quiero estar bien, mi yo TOTAL quiere estar bien, para poder recibir su amor y darle el mío.

Respuesta de Karina / 5 de enero de 2012
Amiga, cuando un ser humano es alguien importante para uno en la vida, suele tener en sus manos el espejo de uno mismo... es que a veces uno no sabe quién es en la vida, no sabe con claridad hacia dónde va o, para el caso, desde dónde viene... Yo sé que a ti te cuesta mucho hablar, que las ideas en ti hay que sentirlas y ayudarte a sacarlas, eso eres tú, nadie puede pretender en apurarte, en sacarte de tu ser. Te felicito por tu ida al sicólogo! Eso te hará bien! Sí tira pa'fuera todo no más y NACE DE NUEVO! Para eso está la vida, para hacerla-construirla como a uno se le antoje.
Yo siempre estaré contigo amiga, te acepto y te quiero como eres. Te deseo lo mejor y esto que vivies, será definitivamente, para mejor. Sana tu alma, tu vida y siempre te acompañaremos los que te queremos.
Te abrazo fuerte!
(Ahora entro a una clase! Te deseo lo mejor!)

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