martes, 4 de marzo de 2008

Normal

Como que hoy no fue mi día.



Empezamos: amanecí quemándome la cara con el sol, en la noche por ver el cielo y las nubes olvidé cerrar las cortinas y hoy poco antes de las 7 de la mañana puff sentí la cara caliente. La cama está pegadito a la ventana, y la cabecera orientada a donde el sol aparece. Menos mal que no uso cremas de noche con químicos, sino que estaría tostada como hace unas semanas, me pele de la cara sin ir a la playa.



Luego, comenzó el martirio de todo el martes, me di cuenta que una uña se había enredado en mi cabeza. No vuelvo, no vuelvo a dejar que me pongan uñas postizas, soy feliz con mis pequeñeces llenas de brillitos a lo mucho, pero ¡cortas! Hace unos cinco días estaba yo durmiéndome en el comedor cuando mi tía Verona agarró mis manos hasta dejarlas con uñas rojas, artificiales y largas; por dos días no podía abrocharme los pantalones, las agujetas de los tenis. Y una uña se había partido en mi cabeza.



Obvio quise terminar con el dolor, me quite todas, primero con removedor de esmalte, no funcionó; luego con alcohol, no sirve; agua caliente, las huellas quedaron rojitas; no hubo más remedio que limarlas, morderlas, picarlas con una aguja de coser, hasta me comí un trozo. Ahora tengo dos milímetros de uñas, están tan sensibles.



Al rato el cabello estaba necio, con nada se aplaco, un mechón salía hacía al frente, parecía unicornio. Pasadores y listo.



Iván no pudo colgar el disco en la Web, hasta mañana no hay música. Cosa que es lo peor, estoy tan enganchada a él (ahora), me la paso cantando, recantando y re-recantándolo. Luego cuando todo parece ir bien, me doy cuenta que saben, que siempre han sabido de mis estados anímicos, pero ¡¡¡OH!!! Mañana se pasa. Muchas veces pensé que la ventana sería un buen lugar para escapar y no dijo ni pío. Me retorció el alma. No, no sabes cómo me dejaste. Puedes decir lo que quieras, pero un poco de compasión podía solucionarlo.



Al terminar el día, casi (cuando menos eso espero) Traviesa traga veneno. Logré salvarla, la vi igual de loca. La culpa fue de Caro, eso lo dejo claro.





4 comentarios:

c h i n a dijo...

hola! me gusta como escribis, linda cronica...
quien no pago alguna vez el precio de ver las estrellas a la nocheb con el sol quemando la cara?
saludos!

María dijo...

China: Gracias por pasarte. A mi me gusta como escribes tú.
Saludotes.

Siuxie dijo...

Maria me gusto lo que escribiste, te agregue en mi blog! espero no te moleste, besos...me encanto la cancion...

Siuxie dijo...

Quien canta la cancion?