viernes, 3 de julio de 2009

ME VOY [o se acabó yo cabrona]

Dos años a prisa, sin pausa, donde he tenido que sumergirme y salir casi sin aliento, donde no ha habido cabida pa respirar en calma, en paz, pa meditar y aceptar que uno se hace grande, que las respuestas quizá nunca tuvieron pregunta.
Llevo viviendo dos años en un mismo año, en un mismo momento, no me he permitido dejar atrás lo que atrás se quedó; no he dejado que el presente se haga, se teja como debe. Dos años que son 2007. Y no, la cosa no debe ir por ahí.
Ahora me siento demasiado asfixiada, estoy muy enojada conmigo misma, con la gente, con el mundo. Todo y todos me joden en algún punto del día. Al despertar en las mañanas el estomago se me revuelve: no estoy agustillo como estoy y algo debo hacer.
He perdido de a poco el sentido del humor, a veces llega, otras veces no; pero lo más grave es que he perdido mis instintos y mi amor por mí, mis sueños, mis metas. No soporto a la gente, a mi familia, a mis amigos, no me soporto ni yo.
Voy muy enredada, de pies y manos. Dos años y mi vida gira entorno a lo que ya no es en muchos aspectos de mi vida y no me lo permitiré más.
Pero necesito reencontrarme conmigo, estar en paz conmigo, sonreirme, reirme de mí, divertirme conmigo; entender que siempre habrá algo que no cambiará sobre cómo te ven los demás, así como siempre habrá algo que no cambiará en cómo veo a los demás. Que así es.
Que el pasado es pasado por más que te haya frito el corazón, la cabeza, los sesos y la pasión; que las etapas se cierran y los círculos sólo son una vez.Me he cansado de sonreir, de decir que estoy bien cuando ni siquiera percibo qué siento. Me he fallado, yo me he fallado y estoy encabronada.
A mí que tanto me gusta la vida sencillita (aunque no lo parezca), filosofar, reirme, estar con la gente que amo y me ama. Así que tomo mis cosas y me voy pa echar de menos a toda esa gente valiosa, pa estar conmigo, reconocerme, salir de la rutina citadina, pa revalorar mi vida, pa coger valor y de nuevo emprender el vuelo.
Me voy para no sentirme asfixiada. Pensaba, primero, llevarme todo y dejarlo allá. Pero no, dejo aquí todo lo malo y lo bueno que me lastima: los rencores, los malos entendidos, la falta de comunicación, mis errores, mis aciertos, el amor y el punto y final...
El destino pocos lo saben, y vaya a saber uno cuál sea el resultado, pero esperanza hay mucha. Me llevo mi musiquita, mis hojas en blanco, mi lápiz, mis niñas. Nos vemos pronto, y espero -de todo corazón- necesitarlos de nuevo cerquita; sentir cosquillas de nuevo, alegrarme por quién soy.
Abrazos a todos.

4 comentarios:

Dying dijo...

Es bueno largarse cuando uno siente ganas de largarse, hace bien, pero... ojalá que sigas escribiendo en el blog!!
Por lo que se lee en el texto parece que tienes claro lo que necesitas, lo que no necesitas y lo que ha pasado, siento que te irá bien ;o)
Un abrazo,

Unknown dijo...

Esoooooooooooooooooo!!! ¡Arranque pues!

Alejandro Nieto Alonso dijo...

Enhorabuena por ti, otros seguiremos atrapados en el tiempo de forma indefinida intentando buscar esa espiral de salida que no llegamos ni a vislumbrar

María dijo...

Dying: Es bueno largarse cierto tiempo, reencontrarse. La verdad que ahora todo se ve más claro.

T.: Arranqué y todo se ve más lindo, más bueno, más ligero.

Grangundor: A veces hay que saltar a mitad del espiral y agarrarse a otras cosas. Quizá es sólo + encontrar el punto de la valentía- No sé.