viernes, 20 de agosto de 2010

observación

Hoy he tenido la sensación de que cada día me alejo más de mi situación actual: el trabajo. Que me encanta pero ya no soporto ciertas situaciones (horarios extra sin paga, un Sr. Tutú que de verle la jete me retuerce, una tonta que quiere ser lista, unos pies de cabeza, por decir algo). Entonces he meditado: ¿A caso es que toda mi inconformidad se debe a que en realidad pertenezco a la generación "ni-ni"? Esto va a colación porque los noticieros han vomitado la nota de que estamos repletos de "ni-nis" y no quiero dejar pasar la oportunidad de ser noticia. Vaya uno a saber cuando pueda serlo otra vez. No, lo que creo es que mi situación es similar a la de muchas personas: lo cotidiano arrasa con el alma y es de valientes romper esa cadena. Y yo además de ser valiente, me falta poco para explotar.

1 comentario:

Erato dijo...

Es irremediablemente necesario ser... ¡Valiente!