viernes, 2 de febrero de 2007

Deudas

FOTOGRAFÍA:
A. P I L I C H O W S K I - R A G N O

Si alguien nos comprara todas las promesas que no podemos cumplir, sin duda alguna seríamos ricos, millonarios e inmensamente felices...


Te vendo las promesas de los diez, de los quince y de los veinte; te vendo las promesas de mi vida, las que penden de un hilo y las que orbitan. Vamos, podés comprarlas todas, si las adquieres te regalo un copo de nieve y un tatuaje, y una sonrisa también. Sí, una sonrisa seria, de esas que pueden gustarte, de las que te gustan. Compra mis promesas no cumplidas y te escribo una canción de amor, te regalo las calaveras de colección y la catrina que cuelga en la habitación; te hago pay de luna.

Si tú aceptas te remito un par de sobres con carta y posdata incluida.

Si usted compra mis promesas yo le doy el corazón (con todo y que sea sólo un músculo).

Si vos adquiere la deuda le doy mi espalda. Puede hacer cuentas en ella, pintarle, usarle. Si vos me libera yo le regalo la sombra y la luz, y el silencio. Recuerde, en él está Dios.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encantó la idea del texto. Quizá sean más las promesas que no cumplimos que las que cumplimos... una pena. Tengo por ahí alguna inclumplida entre ellas una tan peregrina como regalar un puzzle.

Saluditos desde España, te enlazo

Emma Sara dijo...

yo compro todas tus promesas de "no voy a llorar" y las envuelvo para calmar un poco la culpa.

María dijo...

Geisha: definitivamente creo que son más esas que no cumplimos que las que sí. Pero bueno como nadie no las compra no nos interesan tanto contarlas.

Leonarda: Gracias, has quitado un poco, un mucho de culpa. Gracias por comprar las de "no voy a llorar". Pronto pondré en su basta el resto. Ja!