sábado, 20 de septiembre de 2008

Promesa de meñique

Si me lo preguntan creo que nunca estuve tan loca, no sabía si era idiota o en serio actuaba de buena fe. Pero la única promesa que no deseaba hacer era esa, así que hice otra mucho más dolorosa y creíble.
Temía en el fondo de mi corazón que el amor, que nuestro amor no diera para más, pero en realidad la situación y el amor sólo dieron para eso. El dinero hace falta y a veces sin él los corazones se rompen. Y el mío, mi corazón estaba reconstruido pero con un pie para hacerse añicos de nuevo.
Estaba claro, ella necesitaba mucho más que esto y yo, pudiendo soportar mucho más, también lo deseaba. Pero aun sin besos, sin abrazos, sin hacer el amor, ella fue lo más maravilloso del mundo, su sonrisa, sus manos, su cabello, sus ojos, su cuello, la comisura de su boca, su blancura.
Lo prometiste, ve por ello valiente.

2 comentarios:

emimx dijo...

"El dinero hace falta y a veces sin él los corazones se rompen"

Solamente a veces? Me parece que SIEMPRE!

Anónimo dijo...

Asi pasa. Pero todo pasa, hasta la ciruela:pasa.

Un abrazo.