miércoles, 22 de octubre de 2008

Mimbre

En la tarde me puse a pensar, debería de tener un nuevo amor en mi vida, cambiar de aire, meter unos pies suaves en la cama, pero sobre todo una mano con dedos largos que tomar. Pero eso no es algo que sea sencillo, incluso a veces cuando uno más lo desea, menos pasa.
Junto con esto hice un recuento: A. es la persona digna de una radiografía (la cual existe), en el campamento con Erika, Sil, Ana, Martha y Gaby, este fin de semana, hablamos de los besos. Vaya uno a saber por qué terminamos en tal tema, y sin dudarlo apareció aquella noche de septiembre, sus labios y sus pies.
No es que sea adicta a los pies, no, lo que pasa es que todo empezó cuando al dormir me tocó con sus pies las rodillas. Me abrazo o la abracé y nos besamos, volvimos a besarnos. Regresé a casa al día siguiente y le dije a mi madre que soy lesbiana. A. me dio el valor que me faltaba para ser valiente.
Cabe decir que ser valiente no es algo que se de así porque sí, es como un frasco que debes ir llenando con porciones distintas de valores distintos y, un día, cuando todo está lleno, cuando menos lo esperas, vences aquella situación que te da miedo.
Sí, debería tener un amor, uno nuevo, que valiente ya soy y estoy cansada de trovadores de contenedor.

2 comentarios:

Unknown dijo...

No se me preocupe mucho, mi querida fuera arañas. Sepa que entre menos espere el amor más y mejor llega. ¡Los pies! Me indetifiqué con el asunto, ¿sabe? Yo tiendo a calentarle los pies helados a mi novia cuando nos vamos a dormir con los míos. Las bondades de ser más alta.... besos para usted.

Urania Fragma dijo...

Me gustó,me encantó lo de porciones de valor,y que razón tienes...,trovadores de contendedor=vendedores de humo?
Abrazos, por los recuerdos redescubiertos...