A veces no dejamos que las personas se acerquen demasiado a nosotros, huimos. Aunque en el fondo ni siquiera estamos huyendo porque no nos damos esa oportunidad. A veces escogemos a personas porque creemos merecen estar a nuestro lado, porque pensamos que merecemos estar a su lado y no siempre es así: nos equivocamos. Pero a veces hay gente, momentos, que nos recuerdan que pese a lo doloroso que pueda ser todo, al miedo que tengamos, ahí seguimos, flotando y con la posibilidad de florecer.
1 comentario:
Qué linda estética tiene tu blog, te felicito por el buen gusto.
Tenías razón, nuestros posts tienen una temática en común.
And we learn...
un abrazo,
Publicar un comentario