jueves, 30 de abril de 2009

PD

Estoy enojada conmigo y contigo. no he podido llorar y a veces siento que es porque ya no tengo nada que llorar, porque por fin "paso de ti"; pero a ratos te pienso y nos pienso, no sé, me confundo. Y tengo miedo. Naturalmente tú sigues tu vida y yo la mía.
Quizá tenías razón, me desviví por ti y me olvide de mi, me encerre, me secuestre, vivía para ti y por ti, para estar al pendiente, para informarme de tu vida lejos de la mía, para soñarte y para esperar el momento en que tú y yo nos juntaramos por fin; pero esperé y esperé y nunca llegó.
Estoy enojada por eso. Contigo, por no esperarme, pero qué culpa tienes tú si yo fui la que prometí... y aún sigo enojada cerrandome las puertas, cuando las puertas se abren, cuando hay viento y sol allá afuera.
Estoy enojada por tirarme en un hoyo grande, por descuidarme, por arrinconarme en tan pequeños espacios; por hacerte parte de mi vida y mis sueños, por tener miedo a verte, por querer verte repuesta.
Estoy enojada conmigo por quemar tus cosas, por no quedarme con nada tuyo; porque aún, de un modo u otro, sigues siendo parte de mi vida; aunque pases de mí.

1 comentario:

Dying dijo...

No podría comentar mucho sobre tu post porque asumo es un proceso personal, solamente las últimas dos lineas me hicieron recordar que también he hecho eso de quemar y deshacerme de todos los recuerdos.
Por doloroso que sea, el tiempo demuestra que es la decisión más sabia: para no perder más el tiempo en algo que no lo amerita.
No importa las puertas que se abren y uno desaprovecha, por algo pasa, lo importante es no quedarse eternamente mirando por la ventana la vida a colores afuera, en algún momento habrá que salir :)