sábado, 28 de junio de 2008

Mientras te fijas en mí, cosas más graves están pasando y no las quieres ver

La Diversidad Sexual, marchas en México y el mundo. Personas con diversos gustos salen a las calles bajo la bandera del arcoíris, la gente en las banquetas mira criticando o añorando ponerse dentro y caminar ahí, codo a codo, sonriendo y sin el miedo de sufrir discriminación y rechazo.
Yo como persona con diversidad preparé una playera con la frase: “Mientras te fijas en mí, cosas más graves están pasando y no las quieres ver”. Al final decidí quedarme en casa con el dolor de mi brazo izquierdo; pensé, después, que quizá saldría agredida por algunos posibles ofendidos o en algún diario pequeño. Me dio risa. Tengo paranoia.
Sin embargo, estoy completamente segura de mi frase. Agradezco a las personas que años antes salieron a las calles de mi ciudad con miedo para que yo pueda salir hoy con más libertad. Cada año más personas marchan y eso es maravilloso porque cada quien está siendo más él o ella. Pero a los medios les gusta el espectáculo y a veces, tristemente, en eso nos hemos convertido. Al siguiente día las fotos más grandes son graciosas y divertidas; a veces tienen voz las causas, a veces no.
Personas en plumas y tacones altísimos, pancartas, divisiones: organízate y marcha según tu colectivo. El año pasado tuve mucho lio con eso, no pertenecía a ninguno y no quería ir con ninguno, quería ser yo dentro de esa diversidad marchando. Me la pase bien, aunque a veces también sentía que no encajaba, es una fiesta y un decir “aquí estamos”, pero los demás días del año cuando hay propuestas o iniciativas para que se integre en la sociedad (o zoociedad) a la comunidad lésbico-gay-bisexual- transexual- travesti nunca somos en la misma cantidad.
Al marchar uno se emociona, uno siente esa fuerza que te hace dar un paso adelante y cantar una consigna, crees en esa consigna y como nunca antes te sientes con un poder inexplicable. Creo que ni el mejor escritor podría precisar esa emoción, tienes que vivirla para saberlo. Como bien me decía un amigo: cualquiera cabe en esa marcha de la Diversidad porque somos desiguales; pero ¿qué tanto integras tú no heterosexual a una persona diversa en tu vida el resto de los 364 días?
Nos falta mucho en cuanto al asunto de la diversidad sexual, pero podemos salir a las calles y hacernos presentes. Hemos logrado que la ley respalde a un viudo o vuida cuando su pareja es del mismo sexo; falta la educación, la familia, los hijos, el trabajo, los servicios de salud. Debemos dar un segundo paso: no somos espectáculo, mientras la gente nos miran y critican cosas más graves están pasando y no quieren darse cuenta: hay hambre, los precios suben y en diez años no habrá estabilidad, los países se pelean, al planeta lo matamos, cínicos políticos nos hunden, niños mueren de SIDA o gripe…
Que no nos hagan perder la causa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta tu frase,aplicable a muchas cosas que estan pasando además,ya no me da tiempo,pero si no te la pediría prestada para hacerme yo la camiseta...
Un abrazo fuerte

Unknown dijo...

Tienes razón en lo increíble que es el que el número de los participantes de las marchas ascienda tanto. Es más y mayor visibilidad. Digamos que yo espero el día en que ya no tengamos que marchar. Que eso del orgullo ya deje de ser orgullo y se vuelva el pan de cada día (un pan feliz de serlo).
Un abrazo