De la pesadilla

Esta es una carta no enviada.

Tengo miedo. ¿Dónde estás? ¿Cómo estás? ¿Estás bien?... E-S-T-Á-S
Quizá las palabras no sean pronunciadas, y quizá sólo fue un sueño, pero tengo miedo porque sabes, esa clase de sueños siempre son realidad. ¿Premonición? No lo sé, no lo creo, no quiero creer. Pero dónde sea que estés quiero que sepas que ya no juzgo tu manía de mentir, incluso que si todas esas cosas e historias son fantasías me las puedes volver a decir. Te creo. Y sí ahora estás peor que antes, y si la enfermedad te carcome perdóname por no estar ahí. En parte tú me alejaste y en parte yo no quise estar más porque todo tiene que caber en una realidad, pero demonios ¿qué es la realidad? Yo sólo quería, quiero que la vida se viva.
… En sí lo que quiero decirte es estate bien. Por favor vive.