martes, 15 de abril de 2008

Yo, mi, me, conmigo

Tiempo después de mi nacimiento me enteré que si había una hija deseada en mi familia (materna y paterna) esa era yo. La verdad, la llevo mal con eso porque siempre están para ti y eso tiene su lado positivo, pero también su lado negativo. Ahora no paro de decir que me echaron a perder en el laboratorio de experimento.
Mamá, una "chica de ciudad" estaba obsesionada con tener un hijo o hija, y papá, un "chico de pueblo", le hizo su sueñito realidad el día de su cumpleaños. Sí, nací el mismo día que mi madre rubia, pero en definitiva me parezco más a mi padre en color y forma: piel de tierra, dice él. También me han contado que mamá lloraba y casi ni sintió el parto de lo feliz que andaba abierta de patas sobre la camilla del hospital. Y que por obra y gracia de mis tías maternas no me llame Miozoti (flor del campo). Al pasar los años, cosa que más recuerdo, me sentaban en medio del patio en la casa de los abuelos mientras mis tías y sus amigos practicaban música; tenían una rondalla y tocaban canciones de amor; esos fueron días maravillosos; crecí muy enamorada desde chica y conocí a Palito Ortega, a Leo Dan, a José José, a Pimpinela y muchos más.
Aprendí a leer antes de ir a la escuela jardín de niños: mamá solía jugar sopa de letras y yo me senataba en un banquito al lado a imitarla, se cansó de que al final le quitara sus libros de juego que me compraba uno especial para mí. Dos años después papá y mamá sobornaron al director de primaria para inscribirme, aún cuando me habían sometido a examenes. Crecí muy rápido como gentecita grande.
De los tiempos siguientes tengo vagos recuerdos, son varios, pero por algún motivo olvide la Navidad en el hospital con mi tía y mi internamiento; pero sí tengo presente las noches en que me quedaba con Caro (mi hermana un año menor) esperando noticias de la nueva bebé y su salud, de las terapias de Frizza, de la bisabuela sentada cerca de los rosales y yo jalandole las trenzas blancas o su cara rayada fumando sus Farolitos, sí tengo fotos en la cabeza de mi recital en la boda de oro de los abuelos, de Frizza con cabello corto y luego largo, del ferrocarril frente a la casa, del limón y la granada, de la tortuga que enterre en el jardín y nunca más vi, de mi negativa a hacer amigos, de cuando quise tenerlos.
Los últimos cinco años han sido más experimentales y prácticos, que la vida en general es así pero lo he resentido mucho, la abuela se murió, tuve terapias, tuve medicamento, mamá y papá se enfermaron de las incurables, en tres años todos los noviembre estuve en el hospital, me hice un tatuaje, me rape la cabeza, ame la universidad, trabaje, dormi poco, quise ser cuenta cuentos, me enamore, me desenamore, ame, me rompieron el corazón y parece que ahora viene mucho más de eso: de las cosas buenas y las malas, de las exigencias en casa, de mis desplantes locos, de mis penitas y mis penotas, de decirle a mi viejo que no joda, de admirarlo callada, de retrasar cosas y apresurar otras, de que me tiren de vieja mierda, de que me digan que soy buena.
No voy a decir que mi vida ha sido mala, ni tampoco maravillosa, mucho menos que me gustaría vivir todas las cosas otra vez porque no. De hecho pienso que si hubiera reencarnación yo me pondría en huelga, pero hoy estoy aquí y puedo gustarle a la gente así o no, lo más importante es gustarme yo, de dejar los rencores, de dejar que otros decidan por mí, de gritar muy fuerte hasta que lo de dentro de mi alma salga, de arriesgar o ser una cobarde y aceptar las consecuencias, de romperme el corazón o la espalda por lo que amo. Y sí las cosas al final no salen bien, espero tener una alfombra para tenderme.
Los atascones en la vida se dan y uno sabe si se queda ahí o cruza y se sacude.
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¿Por qué escribo esto? Porque me dio la gana y lo necesitab, hoy más.

2 comentarios:

c h i n a dijo...

vaya descargue...
espero que algo bueno te haya causado esta katarsis...
besos

María dijo...

Bueno?... buenisimo, me siento super linda desde entonces, con mucha euforia, más porque me fui a un concierto y me descargue gritando...

Ahora ando como ligerila... besotes China