Leí “Manual de autoayuda 8” y entendí que estaba haciendo bien, que hoy estoy haciendo bien en inmortalizar lo que me es importante.
Al principio, cuando comencé a escribir tuve miedo de modificar los recuerdos y confundir la realidad con la ilusión. Después comprendí que no tenía por qué preocuparme, de cualquier modo eso hacía cada día de mi vida:
No hay nada que habite en mi cabeza que no haya pasado con el verdugo, quien decide qué cosa ha de quedarse conmigo y qué cosa habrá de partir recién encienda la mañana.
Recuerdo como el corazón troquelaba mi cabeza, como ame hasta partirme en dos… el tiempo, los días negros y el sube-baja de mi vida.
Le recuerdo, le abrazo.
1 comentario:
Una de la cuestiones que últimamente me ha rondado mucho por la cabeza es precisamente la cuestión de la verdad, de la memoria. Todo es sujeto a interpretación. Un sueño, un recuerdo cambia y se modifica cada que lo retomamos...Ay, no hay verdad absoluta, quizá!!!
Publicar un comentario