viernes, 9 de abril de 2010

Día 9

Habría viajado a la luna, aunque tarde, por aquello que creí amar. Sin embargo, eso hubiese significado la muerte segura, pero no me importaba. En ese momento me preocupaba más persistir en su memoria, que vivir feliz. Todo hubiera dado, en trozos o por pedazos: mi corazón, mi cabeza, mis manos, mis pies.

Sí, deje de ser yo para convertirte en una extensión de su ser. Y yo pensé que eso quería cuando en realidad sólo me quería a mí tal y como me conoció. Vaya error, tan de novatos, tan de tontos enamorados… cómo disfruto ahora al recordar aquello que casi me parte en dos.

No hay comentarios.: