miércoles, 7 de abril de 2010

Día 7

Tenía 23 y no sabía muchas cosas. A veces abría la boca en un bostezo y, sin querer, me comía el mundo. Otras ocasiones era más discreta y aunque tenía hambre, no podía dar un bocado. Así era entonces, incluso ahora. No siempre soy capaz de transformar los momentos en capítulos de mi vida, pero nunca es tarde y aún no me doy por vencida.

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