domingo, 26 de noviembre de 2006

De amores perros

Hoy amanecí con lluvia y lágrimas. Me como las letras y los espacios en mi vida, en la escritura y en la canción. Creo que no he cerrado un círculo, creo que no pude hacerlo cuando lo tenía que hacer. Y ahora es tiempo de correr, correr lejos, encontrar comodidad en el dolor, no escuchar a nadie, no ver a nadie. Creo que esta manía mía de ser intensa me trae desestabilidad. Me tiro, me levanto, me vuelvo a caer... ¿Y sí un día no puedo pararme otra vez?
Con Carolina sufrí mucho, lloraba tan fuerte como hoy quiero hacerlo. Me acostumbre a eso, a penar un amor. Y cuando conseguí la felicidad con Andrea ella me la quitó con su ausencia, con su pasado. O quizá soy yo, soy yo la que no está preparada para merecer un amor feliz. O posiblemente no desee darmelo, tenga miedo, tenga miedo de que me lo quiten y no esté dispuesta a arriegar.
Cuando tuve algo real, algo que no me daba vergüenza el dolor llegó más rápido... Ya no quiero darme otra bofetada, por ahora, aunque lo necesite tengo que desistir.
... De cualquier forma, con todo y todo, un amor apasionado se vive, se sufre y no se olvida.


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