lunes, 27 de noviembre de 2006

Radiografía

Andre@
La conocí una tarde de mmm creo que era lunes, en realidad fue todo raro, ¿mágico?. Estaba en el mensajero y me dijo "Hola disculpa por conectarme contigo hasta ahora pero no estaba en la ciudad". Acto seguido ¿?, soy la adicta al amor y a los chocolates. En realidad fue ahí cuando me prendí de ella. Una adicta al amor como yo. Le respondí algo así como que podía cambiar los chocolates por un té de sedrón; y ahí otro momento de magia, "Sedrón, me encanta, tengo un árbol en casa enorme".
Hasta entonces nadie que yo conociera y que me conociera tenía la idea de qué era SEDRÓN, siempre que hablaba de él parecía hablar de un personaje de ciencia ficción creado y conocido únicamente por mí. Mi abuela hacía té de sedrón todas las noches y lo servía no en tazas de té delicadas, sino en jarros de barro.
Ella, Andrea, cumple años el 21 de marzo (1973), se dedica a todo lo que un ser humano puede dedicarse; ha sido pintora de brocha gorda, ama de casa, esposa, vendedora de libros, estilista, mesera, cajera. A sus 25 años se dejó caer libremente en la onda gay, a los 18 se estaba casando con un tipo con el que tuvo a Pepe y a Carmina, él le fue infiel cuando la niña estaba por nacer. Después de su separación con el padre de sus hijos, ya lo decía, dejo salir a la lesbiana que lleva dentro; se enredo con algunas mujeres que le hacían el quite cuando ella trabajaba en las tardes, bailaba de noche, bebía de madrugada y dormía de día. Cuando yo la conocí se dedicaba a estar sola, a ser locutora, cuando deje de verla dejó de dedicarse a la radio y ¿estar sola de nuevo?
Es adicta al café americano y al cigarro malboro light mentolado. Besaba muy suave, sensual, abrazaba fuerte y podía sentir su latido justo en mi corazón. Es esa clase de mujer que vive al viento, aunque a veces se encierra; gusta de la trova, el rock en español. Usa siempre un dije de luna, colecciona rocas, arena, hadas, velas. Su habitación suele ser un caos con olor a mentolado.
Tiene una estatura apróximada a el uno sesenta, delgada, ojos verdes y pestañas que sólo riza para que no choquen con los anteojos rojos. La familia Sanchez sabe de sus relaciones con mujeres pero no dejan que invada la casa con una y otra mujer. En algún tiempo vivio con una lejos de sus padres.
El primer día que la vi en persona sus ojos me encantaron más que en la fotografía, fue por mí a mi trabajo, la entretuve con un libro de Estrada, Señas particulares el cual le parecio necrofilo. Tomamos un café por Allende y Bellas Artes hasta noche. Comimos trufas de un Sanborns, caminamos por Reforma e Insurgentes, nos mojamos con la lluvia... me perdí en su mirada, en su risa escandaloza. Compramos RedBull, fuimos a un Vips a cenar a las 11 de la noche, nos amanecimos ahí con su productor y compañeros de radio. Fuimos a su estación, la vi conducir. Ella moría de risa con nervios, preguntaba si debía de besar a una mujer 13 años menor que sí. Fuimos a su casa, nos besamos, abrazmos, nos masturbamos, hicimos el amor, dormimos. Me despertó con sedrón y un beso. Con Andrea visite a los muertos. Habalmos en el cementerio, vimos ardillas, comimos chocolates, vimos un mago. Con ella me dormí, nos perdimos, con ella le dije a mi madre sobre mi lesbianismo. Una tarde/noche de octubre (jueves) me mandó un correo (mala forma) para terminar conmigo.

... Ella me peino el alma y me la enredo.

4 comentarios:

Emma Sara dijo...

me quedé sin palabras
lo que escribiste es increible
ojalá la muchacha en cuestión pueda leerlo.
en fin, por aquí hay una argentina la cual también conoce el sedrón y aunque no es uno de sus té preferidos, no lo relaciona con un personaje de ficción.

(:

Mayra Gallucci dijo...

Realmente pintaste un encuentro magico.
Olvidate de la mala forma, recorta y quedate con la parte de los chocolates y los besos que para finales amargos tenemos a los libros y al cine. Un beso May

bullet with butterfly wings dijo...

uhh :')

María dijo...

Ahora el té de sedrón me recuerda a mi abuela y sí, también a parte de ella.
Saludos