jueves, 21 de diciembre de 2006

Carta a mis viejos

México a 21 de diciembre/2006


... me desespero como si las ratas me comieran por dentro y yo sin poder hacer nada. Nada. Lo sé. Un día quisiera vaciarme y que nadie volviera a meterme eso, todo eso; poder olvidar los sueños, los amores, los amores, las enfermedades que están calladas metidas en los huesos, en el útero. Mi cuerpo, tierra fértil para enfermedades. Quisiera taparme del frío, que no tuviera frío ni las manos heladas. Ya lo saben las manos siempre heladas. No soy suicida, ya no. Un día lo fuí y no jodan con preguntas, simplemente lo fuí, pero no me tocaba. Sigo aquí, en general ausente, distante, intentando arreglarme una vida o por lo menos comprarme una.
A veces cuando me ven silenciosa es que pienso, pienso en lo que quiero y no tengo (no hablo de materia palpable sino de lo de dentro); el cerebro me juega y pienso en una estrella mía, mía, con mi nombre y apellido; en que las lunas se rompen y no deberían romperse porque son preciosas, realmente preciosas. Esas veces me daba nostalgia, nostalgia porque no me había pasado nada maravilloso y totalmente mío como para recordarlo siempre, y tenía miedo de que no pasará nunca. Ahora parece que ya hay algo maravilloso, por lo menos así le catalogo. Con todo y mis judas/demonios me estoy encontrando, poco a poquito me hayo y el inicio fue este año.
No es que no haya tenido cosas, momentos, pinceladas, letras, canciones maravillosas; pero, la diferencia, es que esas me las regalaron ustedes: mi familia; yo no luché por ellas. No... Ahora quiero MIS cosas maravillosas; en algún momento dado, si he de estar pinchada por alfileres quiero que esos sean también mi logro.
Papá, mamá, este año me salvé de morir espiritualmente, y quizá no les parezca o sencillamente no se hayan dado cuenta, pero así soy yo, mis demonios son míos y no los comparto con nadie. No quieran que algún día lo haga, que eso es lo que quiero, tener una vida mía, mía, sólo mía y no me importa que con la vida se cuelen problemas, sabré sacarlos, patearles el trasero que lo difícil, creanme, ya paso y eso fue la pelada, fue decirme Rosa María ya paso todo y sigues viva, triste, depresiva y explosiva pero viva.
Mamá, aunque nunca me creas ustedes son lo más importante para mí. Nadie ni nada está antes que ustedes: mis padres.
Papá te quiero viejo, porque eres callado, callado, porque me quieres y no preguntas cómo me quieres si soy una hija de la chingada.
Y dentro de que deseo-necesito un mundo mío también está el de ustedes, pero de ese no me preocupo tanto porque los amo y ustedes me aman... bueno espero que no me apliquen la canción de la Frida Kahlo "mira que si te quise fue por el pelo, ahora que estás pelona ya no te quiero". Para mí no me importan si están pelados, viejos y gruñones, los quiero y amo.


Besos tronados de la pelada de su hija.
Se las voy a dar el 24... espero no se me haga lo de la reventada de platos

2 comentarios:

Carissa García dijo...

Hey me gustó mucho tu manera de escribir. Tienes buena interpretación y manera de comunicar sentimientos y crear percepciones atinadas. Felicidades, no dejes las letras.

María dijo...

Gracias...

si dejo las letras podré morirme, el amor me lo pueden quitar o se puede ir pero las letras no.